En GEMA no tenemos una historia perfecta, tenemos una historia real.
Llevamos más de seis años buscando construir empresa en un país donde emprender es un acto de fe. Y aunque hemos avanzado mucho, todavía seguimos aprendiendo, cayendo y levantándonos.
Empezamos desde cero, sin capital, solo con una idea que fue transformándose con el tiempo hasta convertirse en lo que hoy es GEMA. Pero la verdad es que nada ha sido lineal: hemos tenido proyectos que no salieron como esperábamos, clientes difíciles, momentos de desmotivación y discusiones internas que nos han hecho repensar muchas cosas.
Nos ha tocado aprender sobre la marcha —cómo cobrar, cómo contratar, cómo comunicarnos mejor, cómo manejar los errores sin rendirnos—. Y aunque suene cliché, esas son las lecciones que más nos han hecho crecer.
Emprender en Colombia no es fácil.
Las cargas tributarias, los trámites, la presión por sostener un negocio en medio de la incertidumbre…
a veces parece que todo está hecho para rendirse. Pero aún así, seguimos aquí, buscando cada día la manera de hacerlo mejor, de ser más organizados, más fuertes y más coherentes con lo que soñamos.
No somos una empresa que ya “lo logró”.
Somos una empresa que sigue en el camino, con la misma ilusión del primer día, pero con más cicatrices y más aprendizaje.
đź’¬ Y justo por eso queremos compartir este mensaje:
Emprender no es tenerlo todo resuelto, es seguir adelante a pesar de no tenerlo. Es sostener un sueño incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
A todos los emprendedores que hoy sienten que el camino pesa, que los números no cuadran o que todo se complica más de lo que esperaban… los entendemos, porque también estamos ahí. Y si algo hemos comprobado en estos años es que mientras haya propósito, siempre habrá una razón para seguir. đź’Ş